
El resultado fue impresionante a la par que contundente. La masa está hecha con harina, cerveza negra, leche, nata, canela, clavo y macis, entre otras cosas. El relleno lleva pasas, piñones, manzana, azúcar moreno y más especias de las de antes. Antes de hornearlos, se pintan con clara de huevo y se rocían con azúcar blanca.
Si alguien tiene el libro y se anima a hacerlos, avisar que los bollos llenan tela marinera. Me llevé unos cuantos para el trabajo y prácticamente nos comimos uno entre dos personas. Por otro lado, si necesitáis especias raras, como es el caso del macis, el único sitio donde lo hemos encontrado es en una tienda de Internet con sede en Madrid llamada Spices Cave. Les hemos hecho un pedido y han sido muy eficaces, la podemos recomendar.
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